Índice
digital D2:D4 y desarrollo del lenguaje
L.
Albores-Galloa, A. Fernández-Guastib, L. Hernández-Guzmánc,
C. List-Hiltond
ÍNDICE
DIGITAL D2:D4 Y DESARROLLO DEL LENGUAJE
Resumen
Introducción. En años recientes, se
ha sugerido una posible influencia hormonal en el desarrollo del lenguaje. El
índice digital D2:D4 es una medida indirecta de la exposición prenatal a
andrógenos. Se relaciona negativamente con la testosterona prenatal y
positivamente con el estrógeno prenatal, lo que determina un índice bajo en
varones y alto en mujeres. Puede explorarse a partir de los dos años de vida.
Objetivo. Estudiar si hay una
asociación entre el índice digital D2:D4 y el desarrollo de lenguaje
(vocabulario) y/o los problemas del lenguaje. Sujetos y métodos. Se midieron
las longitudes del dedo índice (D2) y el dedo anular (D4) en 97 preescolares y
sus padres contestaron el sondeo del desarrollo del lenguaje. Resultados. Se
encontró una correlación débil negativa entre el desarrollo de lenguaje
(vocabulario) y el índice digital derecho D2:D4 en niños de ambos sexos de 4 o
menos años de edad, significativa sólo en los varones. Se halló una fuerte
correlación negativa entre los problemas de articulación y el índice digital
derecho D2:D4 para niños de ambos sexos de 3 o menos años, y una correlación
negativa baja entre los problemas de articulación del lenguaje y el índice
digital derecho D2:D4 para niños de 4 o menos años. Conclusión. Estos
resultados sugieren que la testosterona influye en el desarrollo de lenguaje
(vocabulario) y en los problemas de articulación, probablemente a través de
dosis mayores. [REV NEUROL 2009; 48: 577-81]
Palabras
clave. Desarrollo del lenguaje. Diferencias sexuales. Índice D2:D4. Problemas
de comunicación. Problemas de lenguaje expresivo.
2D:4D FINGER RATIO AND LANGUAGE
DEVELOPMENT
Summary. Introduction. A possible hormonal influence in language development has been
suggested in the recent years. The 2D:4D finger ratio is an indirect measure
for prenatal androgen exposure. It is negatively related to prenatal
testosterone and positively related to prenatal estrogen, resulting in a lower
ratio for men and a larger ratio for women. It can be explored in children as
young as 2 years old. Aim. To study
if an association exists between the 2D:4D finger ratio and language
development (vocabulary) and/or language problems. Subjects and methods. The lengths of the second digit (index
finger) (2D) and the fourth digit (ring finger) (4D) were measured in 97
preschoolers and the Language Development Survey was administered to the
parents. Results. A weak negative
correlation between language development (vocabulary) and right 2D:4D ratio was
found in both sexes for children aged 4 or less years, significant only in
boys. A strong negative correlation between language articulation problems and
right 2D:4D ratio in both sexes for children aged 3 or less years, and a lower
negative correlation between articulation problems and right 2D:4D ratio were
found for boys aged 4 or less years. Conclusion. Findings suggest an important role for testosterone in language
development (vocabulary) and a possible influence on articulation problems,
probably through higher testosterone levels. [REV NEUROL 2009; 48: 577-81]
Key words. 2D:4D ratio.
Expressive language disorder. Language articulation problems. Language
development. Sex
differences.
INTRODUCCIÓN
El desarrollo normal del lenguaje
comienza con una fase inicial pasiva, conocida como lenguaje receptivo, que
incluye la escucha y gradual comprensión del lenguaje, que ocurre entre los 4 y
6 meses de edad. Una fase activa subsecuente, con producción de palabras y
expansión del vocabulario, empieza a los 12 meses de edad. En el segundo año de
vida ocurre un aumento en la complejidad del lenguaje, cuando aparecen las
reglas gramaticales simples y las combinaciones de las palabras. La práctica y
exposición a un mayor número de palabras y de construcciones lingüísticas
complejas amplían las habilidades verbales del niño. Sin embargo, varios
estudios muestran que otros factores ambientales, como el medio socioeconómico
[1-4], la educación materna y la edad en el primer nacimiento [5-9] tienen
influencia importante en el desarrollo del vocabulario. Por otra parte, la
posible influencia hormonal en el desarrollo del lenguaje ha sido motivo de
especulación. La evidencia clínica y epidemiológica demuestra diferencias
sexuales en el desarrollo del lenguaje. Varios autores han mostrado que las
niñas desarrollan el lenguaje expresivo antes que los niños [10,11],
particularmente en el vocabulario y en la fluidez verbal [12,13]. Sin embargo,
otros autores han mostrado que esta ventaja es transitoria y menos importante
conforme avanza el desarrollo [1418]. Algunas de las diferencias sexuales en el
desarrollo del len-
Aceptado
tras revisión externa: 17.03.09.
a
Secretaría
de Salud. Hospital Psiquiátrico Infantil Doctor Juan N. Navarro. b c
CINVESTAV.
Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autónoma de México. Tlalpan,
México DF, México. d Departamento de Psiquiatría. Washington
University School of Medicine. St. Louis, Missouri, Estados Unidos.
Correspondencia:
Dra. Lilia Albores Gallo. Secretaría de Salud. Hospital Psiquiátrico Infantil
Doctor Juan N. Navarro. Avda. San Buenaventura, 86.
_______________________________________________________________________
guaje asociadas con cambios en la
morfología cerebral se han estudiado con técnicas de imagen y estudios post mortem [19]. La influencia hormonal
durante la pubertad tiene efectos de reorganización cerebral secundarios a la
neurogénesis, cambios en la expresión de receptores y crecimiento neuronal
[20]. Durante este período, varios estudios muestran que la sustancia gris
disminuye, mientras que la sustancia blanca aumenta en ambos sexos [21-27],
pero no consistentemente para los niños [28]. Los cambios morfológicos son
posibles a lo largo de la vida, como lo muestran los tratamientos hormonales
con estrógeno y testosterona en hombres y mujeres [29-32]. Los estudios
clínicos muestran que las hormonas prenatales desempeñan un papel importante en
la organización y el desarrollo de lenguaje. Los trastornos con niveles
androgénicos bajos, como el hipogonadismo hipogonadotrópico congénito
idiopático o el síndrome de Klinefelter, muestran un detrimento en la fluidez
verbal [3335], que aumenta cuando reciben tratamiento de reemplazo hormonal con
testosterona [34]. En el mismo sentido, las niñas con una apariencia masculina
tienen un patrón de competencia en las tareas verbales [36]. Dorn et al [38]
investigaron los efectos estrogénicos sobre las habilidades verbales en un
grupo de niños con pubertad precoz (8 niñas y 1 niño) y compararon su perfil
cognitivo con niños controles que tenían un desarrollo típico. El grupo con
pubertad precoz tuvo niveles estrogénicos elevados, con puntuaciones más bajas
en la subescalas verbales de la escala Wechsler para niños, 3.ª edición
(WISC-III), mientras que la fluidez verbal fue semejante en ambos grupos.
Los niños cuyas madres fueron
expuestas a hormonas durante el embarazo tienen un desarrollo precoz del
lenguaje y menos trastornos [39]. McCardle y Wilson [40] compararon niños con
hiperplasia adrenal congénita, caracterizada por niveles altos de testosterona
intrauterina, con niños diagnosticados con pubertad precoz idiopática,
caracterizada por altos niveles estrogénicos o testosterona. Los niños del
último grupo tuvieron mejor desempeño en las habilidades semánticas, mientras
que los niños expuestos a altos niveles de testosterona rindieron mejor en las
tareas dependientes de la memoria y la velocidad. Un estudio examinó la relación
de la testosterona fetal en el líquido amniótico (obtenido por
amniocentesis de rutina) y el tamaño del vocabulario. En esta investigación,
Lutchmaya et al [41] encontraron una relación inversa entre la testosterona
fetal y el vocabulario. Un método menos invasivo para medir la exposición
prenatal a andrógenos es el del índice digital del segundo dedo (índice) y el
cuarto dedo (anular) (D2:D4). Este índice se obtiene midiendo la distancia que
va del último pliegue del dedo hasta su punta. Se considera un marcador de la
influencia hormonal en la sexta semana de la vida intrauterina. Está
negativamente asociado a la testosterona prenatal y positivamente asociado al
estrógeno prenatal. Esto determina un índice D2:D4 menor en los hombres y mayor
en las mujeres [42]. La testosterona fetal y el estradiol fetal obtenidos por
amniocentesis y medidos por radioinmunoensayo confirmaron una correlación
negativa con el D2:D4 [43]. Estudios longitudinales usando rayos X para medir
el D2:D4 muestran que el índice se establece a los 2 años de edad, aunque
estudios más recientes informan de que estas diferencias sexuales en el índice
digital D2:D4 están presentes en fetos de 9 a 40 semanas de gestación [44]. Un
patrón de crecimiento lento continúa hasta la edad de 9 años, cuando la medida
del índice se estabiliza; más tarde, en la pubertad, se vuelve permanente [42].
El índice es independiente del peso y de la altura, y tiene influencia racial y
genética demostrada por investigación [45]. El índice digital puede
relacionarse con medidas o rasgos conductuales que tienen influencia hormonal.
Algunos estudios en mujeres adultas han encontrado asociación entre la agresión
reactiva, búsqueda novedosa de sensación, desinhibición, psicoticismo y fluidez
verbal con índices digitales bajos de tipo masculino, mientras que índices más
elevados (tipo femenino) se relacionaron con neuroticismo [46].
Manning et al [47] estudiaron a
niños autistas con y sin lenguaje, y encontraron un índice D2:D4 más bajo, pero
no significativo, en los últimos. Hasta ahora, la asociación del índice digital
con el desarrollo del lenguaje o como predictor de atrasos del lenguaje no se
ha investigado en niños sin autismo. Un estudio de fluidez verbal en adultos
mostró una relación con índices digitales bajos (de tipo masculino) en mujeres
[49]. Hasta donde sabemos, no hay estudios mexicanos realizados con este
índice. El propósito de este estudio fue determinar si hay una asociación entre
el D2:D4 y el desarrollo del lenguaje en niños mexicanos.
SUJETOS Y MÉTODOS
Los participantes provinieron de un medio socioeconómico
semejante, seleccionados de tres guarderías oficiales de la ciudad de México.
Los directores y los padres de familia dieron su permiso para que la medición
se realizara durante las horas de permanencia en las estancias infantiles. Dos
enfermeras entrenadas midieron los dedos de los niños. En los primeros 10 niños
(cinco niños y cinco niñas), se efectuó una segunda medición para investigar la
confiabilidad interevaluador. La muestra incluyó a 97 niños. El 55,6% era de
sexo masculino, con un rango de edad de 1 a 4 años de edad. La media de edad
para los participantes del sexo masculino (3,6 ± 0,71 años) fue semejante a la
media de edad de las niñas (3,6 ± 0,58 años). No hubo diferencias
significativas entre la edad y sexo. Los padres de estos niños completaron el
sondeo del desarrollo del lenguaje (SDL) y el cuestionario con los factores de
riesgo asociado. Se excluyó del estudio a los niños con hipoacusia, sordera o
discapacidad intelectual.
Medición del índice digital
Se han usado con éxito diversas técnicas de medición para
estudiar el índice digital: fotocopias, rayos X, medidas directas sobre la piel
e indirectas sobre el contorno de los dedos [49]. Utilizamos un método semejante
al trazado del contorno de los dedos, por ser una técnica factible, sencilla y
apropiada para niños pequeños. Se marcaron cuatro puntos del perímetro de los
dedos en
Tabla
I.Características
demográficas, índices digitales y puntuación del sondeo del desarrollo del
lenguaje (media ± desviación estándar).
|
Niños (n= 54)
|
Niñas (n= 43)
|
p
|
Edad (años)
|
3,6 ± 0,71
|
3,6 ± 0,58
|
NS
|
SDL (vocabulario)
|
152,4 ± 102,1
|
160,8 ± 111,2
|
NS
|
Medio socioeconómico
|
7,1 ± 4,5
|
7,4 ± 4,3
|
NS
|
D2:D4 derecho
|
0,88 ± 0,26
|
0,97 ± 0,14
|
< 0,04
|
D2:D4 izquierdo
|
0,96 ± 0,02
|
0,97 ± 0,04
|
NS
|
NS: no significativo;
SDL: sondeo del desarrollo del lenguaje.
|
|
una hoja de papel y, posteriormente, se midieron con una
regla. Para esta medida, el niño colocó su mano sobre una hoja de papel con los
dedos en abducción ligera. Se colocaron marcas en el papel en los espacios
interdigitales del segundo y tercer dedo, y entre éste y el cuarto dedo. Con
los dedos en aducción, se marcaron las puntas del segundo y del cuarto dedo. Se
trazaron líneas para unir los puntos de los espacios interdigitales con sus
respectivas puntas en el extremo de cada dedo. Posteriormente, se midió esta
longitud.
Instrumentos
El SDL es una lista de palabras de vocabulario usada como
herramienta de escrutinio para la identificación de atraso del lenguaje en
niños de 2 años de edad y es una medida del desarrollo de lenguaje. El
instrumento tiene buenas propiedades psicométricas: consistencia interna (0,97)
y fiabilidad test-retest alta (0,97-0,99) [50-52]. La correlación del SDL con
otras medidas del desarrollo del lenguaje expresivo es del 0,56 al 0,87 [12].
El SDL incluye 310 palabras organizadas en 14 categorías semánticas. Diferentes
estudios han usado un punto de corte inferior a 50 palabras para evaluar la
prevalencia de atrasos del lenguaje a los 24 meses [51-53]. Se pidió a los
padres que completaran la lista con las palabras que sus hijos usaban más
comúnmente. Éste es un criterio más exigente que la instrucción original, la
cual requiere identificar las palabras que el niño expresa espontáneamente.
Esto nos permitió usar el instrumento en niños mayores de 2 años de edad.
Además, el SDL contiene un cuestionario de factores de riesgo para atrasos de
lenguaje que examina la gestación, el nacimiento, el número de infecciones
óticas durante el año, etc. La aplicabilidad del SDL en la población latina se
ha demostrado en varios estudios [50,54]. Se agregó un ítem para investigar la
presencia de problemas de pronunciación: ‘¿Tiene su hijo(a) problemas de
pronunciación con las letras R, S, u otras?’.
Análisis estadístico
Para las comparaciones entre los grupos, usamos la prueba de
χ2 para
los datos categóricos y pruebas de t para
las medidas continuas, como la edad, el índice digital y la puntuación del SDL.
Para investigar el índice digital como predictor del vocabulario, el atraso de
lenguaje y el desarrollo de lenguaje (puntuación del SDL), usamos el análisis
de regresión múltiple.
RESULTADOS
Las medias y desviaciones estándares de todas las medidas se
muestran en la tabla I. Las niñas tuvieron mejor puntuación en el SDL, pero
esta diferencia no fue significativa. Un punto de corte inferior a 50 palabras
identificó con atraso de lenguaje al 14,4% de varones y 8,2% de niñas.
Fiabilidad
Usamos los coeficientes de correlación intraclase para
determinar la fiabilidad interevaluador entre la primera y segunda medición de
los índices digitales. Hubo un coeficiente de correlación intraclase del 0,85
al 95% (0,58-0,98).
Índices digitales (D2:D4)
578 REV
NEUROL 2009; 48 (11): 577-581
|
Los niños tuvieron un índice digital D2:D4 menor que las
niñas (0,88 ± 0,26 frente a 0,97 ± 0,14, p
< 0,04 para el derecho; 0,96 ± 0,02 frente a 0,97 ± 0,04, p = NS, para el izquierdo). Se realizó
un análisis de regresión múltiple usando los índices como predictores del
desarrollo del lenguaje (vocabulario), atraso del lenguaje (punto de corte <
50 palabras), y problemas de arti-
Tabla
II. Análisis de
regresión múltiple de la relación entre el índice digital D2:D4 y el
vocabulario, problemas de articulación y el atraso de lenguaje.
Sexo
|
Edad
|
Índice D2:D4
|
Lenguaje
|
Coeficiente bde regresión parcial
|
t
|
p
|
Niños (n= 18)
|
≤ 3
años
|
Derecho
|
SDL (vocab.)
|
–0,05
|
–0,26
|
0,79
|
P. articulación
|
–0,50
|
–2
|
0,05
|
|||
Atraso
|
0,25
|
0,58
|
0,60
|
|||
Izquierdo
|
SDL (vocab.)
|
–0,13
|
0,46
|
0,69
|
||
P. articulación
|
0,30
|
1,2
|
0,22
|
|||
Atraso
|
–0,91
|
–2,1
|
0,12
|
|||
Niñas (n= 15)
|
≤
3años
|
Derecho
|
SDL (vocab.)
|
0,25
|
0,87
|
0,40
|
P. articulación
|
–0,73
|
–3,2
|
0,007
|
|||
Atraso
|
–
|
–
|
–
|
|||
Izquierdo
|
SDL (vocab.)
|
–0,23
|
–0,8
|
0,43
|
||
P. articulación
|
0,06
|
0,27
|
0,78
|
|||
Atraso
|
–
|
–
|
–
|
|||
Niños (n= 54)
|
≤
4años
|
Derecho
|
SDL (vocab.)
|
–0,32
|
–2,5
|
0,01
|
P. articulación
|
–0,33
|
–2,5
|
0,01
|
|||
Atraso
|
0,23
|
1
|
0,29
|
|||
Izquierdo
|
SDL (vocab.)
|
0,15
|
1,1
|
0,24
|
||
P. articulación
|
0,18
|
1,4
|
0,16
|
|||
Atraso
|
–0,61
|
–2,8
|
0,06
|
|||
Niñas (n= 43)
|
≤
4años
|
Derecho
|
SDL (vocab.)
|
–0,18
|
–1,1
|
0,26
|
P. articulación
|
0,01
|
0,06
|
0,94
|
|||
Atraso
|
0,66
|
2,3
|
0,06
|
|||
Izquierdo
|
SDL (vocab.)
|
0,03
|
0,24
|
0,81
|
||
P. articulación
|
–0,18
|
–1,1
|
0,26
|
|||
Atraso
|
–0,63
|
–2,2
|
0,07
|
P. articulación: problemas de articulación; SDL (vocab.):
sondeo del desarrollo de lenguaje (vocabulario). Los coeficientes de regresión
parcial (b) son independientes de la edad. El atraso se define como menos de 50
palabras en el sondeo del desarrollo del lenguaje.
ÍNDICE D2:D4 Y LENGUAJE
Fueron inferiores que los
comunicados por Manning et al [47] para niños de la misma edad obtenidos por
fotocopias (0,88 ± 0,26 frente a 0,95 ± 0,036). Esta diferencia no puede
explicarse por los diferentes métodos de medición del índice, ya que Manning et
al [56] mostraron en un estudio que las diferencias en la longitud de los dedos
a partir de fotocopias tienden a ser inferiores o iguales que las mediciones
directas.
Observamos una correlación negativa
débil entre el vocabulario y el índice D2:D4 derecho en niños ≤
4 años de ambos sexos, que fue significativa para los
varones. Esto sugiere que la testosterona prenatal manifestada por un índice
digital bajo de tipo masculino influye en el desarrollo normal del lenguaje
(vocabulario) de los niños. Encontramos una correlación de moderada a fuerte
entre los problemas de articulación y un índice digital de tipo masculino
derecho inferior en niños de ambos sexos ≤ 3 años. Este
efecto fue menos importante en niños ≤ 4 años. Estos
resultados son contradictorios, porque la testosterona está implicada tanto en
el desarrollo normal del lenguaje como en los problemas de articulación, pero
pueden explicarse por un doble papel de la testosterona en la función neuronal.
Estudios recientes muestran que esta hormona es esencial para la función normal
del sistema nervioso central, particularmente en el desarrollo de la
diferenciación, sobrevida y protección neuronal. Estas respuestas están
mediadas por el receptor andrógeno intracelular [57-59]. Sin embargo, un
estudio reciente mostró que los niveles elevados de testosterona pueden inducir
apoptosis en las células neuronales [60], que causan deterioro en los perfiles
cognitivos y el lenguaje. Otro estudio investigó los efectos sobre la
organización cerebral y el lenguaje a partir de la exposición a hormonas
sexuales en dosis altas y bajas. Friederici et al [61] usaron un paradigma de
discriminación fonológica evaluada a través de potenciales evocados cerebrales.
El grupo masculino con niveles bajos de testosterona mostró un patrón de
activación electrofisiológico de discriminación auditiva automática –respuesta mismatch (potencial de disparidad)–, en
contraste con una ausencia culación informados por el padre/madre (Tabla II). Hubo una
correlación negativa débil entre el índice derecho D2:D4 y el vocabulario
(puntuación del SDL), y con los problemas de articulación de lenguaje en los
niños ≤ 4 años; y una fuerte correlación
negativa entre los problemas de articulación del lenguaje y el índice D2:D4 en
niños de ambos sexos ≤ 3 años. La baja
proporción de padres que informó sobre los factores de riesgo hizo imposible
que analizáramos esos datos.
DISCUSIÓN
En este estudio, las niñas tuvieron
una puntuación total promedio mayor no significativa en el SDL en contraste con
los niños. La prevalencia del atraso del lenguaje fue similar a otros estudios
realizados con el mismo instrumento [52]. Encontramos diferencias sexuales en
el índice digital, que fue significativo sólo para las manos derechas. Este
dato es consistente con otros estudios [55]. Sin embargo, los índices digitales
en este estudio de respuesta de activación en el grupo de varones con elevada
testosterona. No hubo correlación entre el estradiol y los potenciales
cerebrales en ningún grupo. Los resultados de un estudio [62] realizado en
adultos apoyan la idea de que la exposición a andrógenos intrauterina medida a
través del índice digital afecta a las funciones de procesamiento auditivo y
causa una disminución en la tarea de inducción del grafema al fonema.
Desafortunadamente, no se investigó la presencia actual o en el pasado de los
problemas de articulación del lenguaje, por lo que hacer comparaciones es
difícil.
Una tendencia del índice digital
derecho en el desarrollo del lenguaje (vocabulario) para ambos sexos fue
evidente. Las niñas ≤ 3 años
mostraron una correlación positiva (r =
0,25) y los niños de la misma edad una correlación casi neutral (r = –0,05), que después se volvió
negativa en ambos sexos para los niños (r
= –0,32) y para las niñas (r =
–0,18) ≤ 4 años. Estos resultados son en
apariencia distintos de los de Lutchmaya et al [41], quienes encontraron una
correlación negativa entre el vocabulario y la testosterona. Sin embargo, la
edad de los niños en ese estudio fue de 18 y 24 meses. Apegados a nuestra
hipótesis de un gradiente de tendencia a la asociación con la testosterona
(alto a bajo índice D2:D4), los niños del estudio de Lutchmaya et al [41]
estarían en el inicio del gradiente y semejantes a las niñas ≤
3 años de nuestro estudio, cuyo índice mostró una
correlación positiva (influencia estrogénica), aunque no significativa. En
nuestro estudio, el pequeño número de niños de 24 meses no nos permitió
detectar asociaciones. En el mismo sentido, los índices digitales en adultos
investigados por Burton et al [48] mostraron correlaciones digitales negativas
con las puntuaciones de fluidez verbal para ambos sexos: –0,32 para varones y
–0,24 para mujeres. Este resultado sugiere que el gradiente de asociación con
la testosterona queda establecido en adultos, especialmente si tienen fluidez
verbal elevada. Otra posible explicación a estos resultados proviene de la
hipótesis de Geschwind y Galaburda [63], que propone que las diferencias
sexuales en las habilidades cognitivas están relacionadas con la lateralización
de las funciones cerebrales. Ellos sugieren que las diferencias en las tasas de
maduración de los hemisferios cerebrales son mediadas por niveles de
testosterona circulante (mayores en los varones) que atrasan el desarrollo de
ciertas regiones corticales del hemisferio cerebral; la consecuencia es un
mayor desarrollo del hemisferio derecho. La consecuencia de esta asimetría es
una reducida habilidad verbal con una elevada habilidad visuoespacial, un
perfil común en los hombres. Estos cambios no están presentes en los recién
nacidos; Lenneberg [64] y Zangwill [65] proponen un período crítico de desarrollo
neurológico entre los 2 y los 12 años de edad, que sería responsable de las
diferencias observadas en el desarrollo del lenguaje. Es más probable que este
tiempo decisivo ocurriera entre los 2 y 5 años de edad, cuando el desarrollo
del lenguaje es prominente. El cambio de una correlación positiva a una
negativa puede reflejar este período crítico, que puede deberse a un pequeño
efecto hormonal entre los 3 y los 4 años de edad. Un estudio de resonancia
magnética apoya la hipótesis de que la testosterona está involucrada en los
cambios de las dimensiones neuroanatómicas mediante la correlación de los
niveles hormonales, el índice D2:D4 y cambios en el tamaño del cuerpo calloso de
mujeres sanas [66]. En este estudio también encontramos una correlación baja
(no significativa) entre un índice digital derecho de tipo femenino o por
influencia estrogénica (D2: D4 alto) y atrasos del lenguaje en niños ≤ 3 y ≤ 4 años de edad. En las
niñas ≤ 4 años de edad la correlación fue superior (0,66), pero no
significativa. Dorn et al [38] estudiaron los efectos deletéreos del estrógeno
sobre las habilidades verbales en un grupo de niñas con pubertad precoz (8
niñas y 1 niño) y compararon sus perfiles cognitivos con niños con desarrollo
típico. El grupo con pubertad precoz tuvo niveles estrogénicos elevados y una
puntuación verbal baja en el WISC-III, en contraste con el grupo con desarrollo
típico, mientras que no hubo diferencias en los grupos para las medidas de
fluidez verbal. Los resultados de este estudio muestran que la testosterona
indirectamente medida a través del índice digital está asociada con el
desarrollo temprano del lenguaje (vocabulario) en niños mexicanos, que fue
significativo únicamente para los varones ≤ 4 años. Efectos mayores se
encontraron para la asociación de la testosterona y los problemas de
articulación reportados por los padres en niños ≤ 3 años. No se encontraron
efectos para el índice D2:D4 y el atraso de lenguaje (< 50 palabras) en
niños de la comunidad.
BIBLIOGRAFÍA
|
Este artículo se basa en la investigación, que hacen los estudiantes de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la intervención que hace el índice digital D2:D4 (que es una medida indirecta de la exposición prenatal a andrógenos) en el lenguaje. El D2 es el dedo índice y el D4 es el dedo anular, por medio de rayos x, fotocopias, medidas directas e ndirectas, se pudo comprobar que la testosterona prenatal manifestada por un índice digital bajo de tipo masculino influye en el desarrollo normal del lenguaje (vocabulario) de los niños.
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