La agresión desde un
punto de vista biológico
La agresión es considerada como aquella conducta en la que
su objetivo principal es dañar a un sujeto (RAE).
En el sistema nervioso, hablamos de la amígdala, encargada
de las emociones; y también asociada a la agresividad motivada e incontrolable.
El área medial y orbito frontal ubicada en la córtex pre frontal, también está
asociada a las conductas agresivas y se dice que las personas con trastorno
antisocial de personalidad TAP tienen dificultades para procesar emociones, ya
sean positivas o negativas. (Herpertz S, Werth U, Lukas G et al. 2001).
Como neurotransmisor fundamental en la agresividad
encontramos la serotonina, la cual juega un factor biológico importante para
determinar el umbral de la violencia (Jiménez-Llort L, citados por Tobeña A).
Se plantea que entre menor serotonina haya mayor es el nivel de agresividad y
viceversa.
Recientemente, en el marco del trigésimo séptimo
encuentro anual de la Society for Neuroscience en la ciudad de San Diego,
se presentó un estudio liderado por Guido Frank, científico y físico de la Universidad
de California, que con imágenes de resonancia magnética del cerebro ha
analizado la actividad neuronal de un pequeño grupo de adolescentes valorados
como “reactivamente agresivos”, considerando la violencia reactiva como una
explosión que surge cuando una persona experimenta una tensión, amenaza o
dificultad que es incapaz de afrontar de otra forma. Las reacciones de estos
individuos son desproporcionadas y, en estos casos, las personas son incapaces
de controlarse a sí mismas.
Cuando se le mostró al grupo analizado imágenes de rostros amenazantes, los
cerebros de los chicos agresivos, comparados con gente capaz de controlarse,
mostraron una mayor actividad en la amígdala, una parte del cerebro que se
relaciona con el miedo; y una menor actividad en el lóbulo frontal, región
cerebral vinculada a la capacidad de razonamiento y de toma de decisiones, así
como al auto-control. La actividad en la amígdala reflejaría que los
participantes más agresivos sentían más miedo cuando veían las caras
amenazantes y, al mismo tiempo, eran menos capaces que el resto de controlar
sus propios actos (Castro, 2007).
Partes del cerebro implicadas en la
violencia. Lydia Kibiuk, SFN.
En cuanto al sistema endocrino, enfatizamos la hormona de
testosterona alta y cortisol bajo, hace
que los hombres se vuelvan más agresivos, (Pajer K, Gardner W, Rubin T et al. 2001).
La adrenalina también juega un papel importante, porque tiene sustancias las
cuales hace que las personas sientan placer al agredir.
Referencias bibliográficas
- Castro, O. (2007, 16 de noviembre). Descubiertas las bases neurológicas de la agresión humana. Recuperado de http://www.tendencias21.net/Descubiertas-las-bases-neurologicas-de-la-agresion-humana_a1906.html
- Elcano, Pelegrin, Tirapu. BASES NEUROBIOLÓGICAS DE LA AGRESIVIDAD. FEA de Psiquiatría del Hospital Universitario "Miguel Servet" (Zaragoza).
- Gil-Verona, Pastor, De Paz, Barbosa, Macías, Maniega, Rami-González, Boget, Picornell. Psicobiología de las conductas agresivas. Copyright 2002: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia Murcia (España). ISSN: 0212-9728
- Herpertz S, Werth U, Lukas G et al. Emotion in Criminal offenders With Psychopathy and Bordeline personality Disorder. Arch Gen Psychiatry 2001; 58: 737-745.
- Pajer K, Gardner W, Rubin T et al. Decresed cortisol levels in adolescent girl with conduct disorder. Arch Gen Psychiatry 2001; 58 (3): 297-302.
- Real Academia Española (RAE)
La conducta agresiva del hombre se debe, en parte, a los circuitos cerebrales que tienen que ver con la excitación y regulación de emociones; algunos de estos circuitos conectan la corteza pre frontal con la amígdala, haciendo que el hombre o mujer, se vuelva agresivo/a.
ResponderEliminarla agrevidad viene desde nuestros antepasados, esto los ayudaba a defenderse de los animales y demas y asi mantener la especie, los animales por ejemplo tambien possen esta conducta agresiva pero con una unica respuesta, a diferencia de los hombres que a un mismo acto pueden reaccion demanera djstinta, eso se puede deber a nuestra capacidad de razonar.
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